5 áreas del camión a revisar en verano

Las altas temperaturas afectan a toda clase de vehículos pero cuando se trata de camiones, que pasan largos periodos de tiempo en la carretera, éstos se pueden ver sometidos a una mayor exigencia. Por eso, desde Comercial Tramotor  os ofrecemos unos consejos para tener el camión en perfecto estado durante el verano.

 

Asegurarse de que la presión de los neumáticos es la correcta. El aumento de temperatura característico de esta temporada puede causar una pérdida de presión de las ruedas, y conducir con los neumáticos desinflados afecta al comportamiento y a la eficacia de la frenada haciendo que las posibilidades de sufrir un pinchazo o un reventón aumenten considerablemente. Por este motivo, es fundamental cerciorarse de que los neumáticos están inflados correctamente respetando los valores indicados por el fabricante.

Revisar los frenos y las correas de motor. Otro de los efectos de las altas temperaturas en el camión puede ser problemas en la fricción del frenado. Esto se debe a que al calor que ya se crea de forma natural por la fricción se le suman las temperaturas ambientales del verano, causando un mayor desgaste de los componentes. Si los frenos se sobrecalientan demasiado y no pueden enfriarse, es probable que el sistema comience a fallar. Además, si el clima extremo de esta temporada hace que el líquido de frenos comience a hervir se reducirá la potencia de frenado.

Poner a punto el sistema de refrigeración. Para hacer frente a las altas temperaturas del verano es fundamental mantener unos correctos niveles de refrigerante en el camión. Ya que así se controla que el motor tenga la temperatura adecuada e impedirá la corrosión.

Comprobar el correcto funcionamiento del aire acondicionado. El transportista también se ve mermado por el clima veraniego, así que, para evitar que le afecte negativamente a su conducción,es importante que el sistema de aire acondicionado esté a punto. Para comprobarlo, tan solo hay que aparcar el vehículo en un lugar con sombra y abrir todas las puertas y ventanas de la cabina. A continuación, se arranca el motor y se mantienen las revoluciones entre 1.500 y 2.000 rpm. Inmediatamente después, se enciende el aire acondicionado y se configura con la temperatura mínima y la velocidad máxima. El siguiente paso es colocar el suministro de aire a la altura de la cara y dejar abiertos solo los conductos centrales. Una vez hecho todo esto, se mide la temperatura de la cabina que debe estar entre los 6 y los 15 grados si el sistema funciona correctamente.

Prestar atención al estado de la batería. La temperatura ideal para que una batería funcione correctamente está en torno a los 25º. Por lo tanto, cualquier cambio de temperatura puede dañarla. En casos de calor extremo, este componente puede descargarse de una forma más rápida.