El sistema hace que los camiones imiten la fuerza que mantiene a los aviones en el aire. Esta energía se produce cuando un vehículo choca con una masa de aire, pero esto no se aplica a los camiones.
Funciona como un «ascensor» y la elevación del camión podría ahorrar hasta un 25% de combustible, pero también reducir el desgaste de los neumáticos y emitir un 15% menos de gases de efecto invernadero, siempre que el camión circule al menos a 80 km/h.
¿Cómo funciona?
Cuando un avión gana velocidad, sus alas mueven el aire hacia abajo para reducir la presión. El peso de la aeronave se redistribuye entonces, permitiendo que se aleje del suelo.
El sistema español funciona según el mismo principio, la energía eólica, pero para los camiones.
En concreto, basta con instalar una «turbina eólica» en el techo del camión para que funcione con la masa de aire que éste mueve, haciéndolo así más ligero. Junto con un software que analiza los cambios aerodinámicos en tiempo real, optimizando su masa.
En realidad, el dispositivo utiliza la energía cinética para reducir el peso del camión. Lo que hace es aprovechar el viento en contra para avanzar, porque toda la energía que se genera alrededor del vehículo se desperdicia, pero este sistema la recoge para generar efectos positivos. Es como instalar un generador de viento.
En la actualidad, el sistema Run&Save se añade al techo del camión, pero se espera que se integre directamente en la carrocería.
Este sistema podría costar entre 12.000 y 15.000 euros, pero se espera que se amortice en un año o año y medio.
La patente está registrada en un 90%, siendo homologado en Barcelona, y está previsto que salga a la venta en 2023.